Digamos que a uno le dicen: “un amigo es un tesoro”… enseguida aparece
en la mente la cara de los viejos diciendo: “sobran los dedos de una mano para
contar a los verdaderos amigos”.
Y más: “un amigo es un hermano que se elige”, “no hay amor más grande
que dar la vida por los amigos”, “el verdadero amigo te quiere como sos”, “un
amigo es una imagen de uno mismo”… y es así. Luego, todo lo demás: la guita, la
salud, las seguridades, las alegrías y las penas… pero el amor y los amigos son
la sal, la masa, el tuco y la muzzarella de la vida.
A uno le puede ir mal, o le puede ir más o menos… pero la excelencia de
la vida pasa por el amor y los amigos.
¿Y lo demás?... todo chamuyo.