Amanece un nuevo día detrás de la cortina.
Amanece con el mismo nombre,
con el mismo cielo,
con la misma temperatura color.
Amanece el sábado y la luz, amanece la brisa y el disco del sol...
y gira una estrella y gira un planeta,
y el sistema solar está en los pulmones, y el pino respira en mis neuronas,
el universo conocido permanece dibujado en las células de mi piel,
y se expande...
No sabemos si retornará al origen o si así continuará,
expandiendo su belleza hasta la diáfana disolución de todo y de todas las cosas:
la música,
la lepra,
la risa,
la cerveza,
la ira,
tu sonrisa,
la cuenta bancaria,
el abandono del mundo y el amor de Dios.
Yo creo que algo perdurará... un color, una inercia rumbo a lo magnánimo,
un propósito definido,
un éxtasis...
una verdadera curiosidad por ver el "más allá".
Y miedo, por supuesto...
¿quién no?