El gato está en los planos de Bodhidharma, del Buda, de Lao Tsé. Por su nivel de relajo uno puede inferir que el presente es su universo, e incluso que ese presente le importa muy poco. También parece estar un poquito enamorado de la bailarina, y en ese caso su estrategia de inacción total -Lao Tsé diría: "su no-estrategia"-, le resulta, ya que la chica deja su baile para hacerle ese mimo, arrastrarlo por el piso y demostrar a la audiencia -nosotros- que ese gato, su gato, es un genio.
Sin duda lo es. Yo quisiera tener un 30% de ese relajo y de esa entrega al satsang, que en chino significa "simplemente estar".
Simplemente estar... lo más difícil para el hombre occidental.
Ir a la luna y volver es menos laburo...