lunes, 22 de agosto de 2011

"Feriado nocturno"

Papas fritas a la provenzal y ensalada de lechuga, tomate y cebolla con peperoncino (opcional); vino tinto malbec comprado en los chinos, mejor precio: 15 mangos por un malbec de 25... Paula en la zozobra pre work (mi más sentido pésame) y yo en una semana que ya está fuera de control because estoy transitando la víspera de la víspera de mi cumpleaños.
Cumplir 42 es casi lo mismo que cumplir 40 o 44, pero no 44 magnum, o sí, magnum, pero como medida de vino de guarda (quien quiera oír que oiga); la verdad es que siento que la vida es más volátil que el vapor o el trotyl o la garúa, en el sentido de que se escurre entre los dedos de un modo tan irremediable que ya casi ni da para amargarse... aunque me amargue y maraville y no pueda dejar de filosofar. La vida es una maravilla, un milagro, primero. Luego es un regalo, lo cual potencia el punto uno; pero también es un barco sin rumbo ni puerto ni tierra ("Las aves tienen nidos, los zorros tienen cuevas pero el hombre no encuentra donde recostar la cabeza) y sigo en mis trece que ya llevan ¡42 años!... y es que no hay explicación.
¿De donde vengo?¿a dónde voy?¿porqué estoy acá?¿para qué?... no hay respuesta, es decir, hay miles, millones, una por cada uno de nosotros, lo que es lo mismo, todo-nada, blanco-negro, sí y nó... se anulan y equiparan como las cargas opuestas del electrón.
No sé si aprendí algo... sé que las estrellas son bombas hiper gigantes de hidrógeno que explotan y fecundan el cosmos, sé que el sexo es una herramienta para la supervivencia de la especie y que usa el placer como un infalible truco del que nadie puede escapar, más allá de toda la mierdosa moralina que tanto nos pesa; también que el amor al dinero es el origen de todos los males, aunque sueñe con ser rico y que las multitudes me adoren como a una especie de semidios... es decir, aprendí que soy humano, soy falible, fiel, caballero y osado, enemigo, cobarde y traidor, y que necesito amar como respirar y cantar o me debilito, me desangro y me muero. Sé que Dios está ahí aunque me chupa probarlo (igual no puedo, já!)... pero tampoco pueden los que lo niegan ¡JA!.
Creo en el amor, aunque muchas veces odie; creo en la igualdad, aunque muchas veces segregue y condene... creo en la providencia y la magia... realmente sin la magia siento que no tengo nada, porque todo es un misterio, aunque los árboles sean verdes porque tienen clorofila, las estrellas brillen porque el hidrógeno se transforma en helio y porque el fútbol es más importante que el prójimo, la bandera más real que la necesidad de reconocerse en el distinto y la patria un orgullo tan vacío y estúpido como el culo helado del perro del vecino, que no para de ladrar porque el amo se fué antes de ayer a navegar y lo dejó ahí tirado en el pequeño patio, solo, hambriento y cagado de frío... y suena am, como siempre, un tango o calamaro o alguno de sus mil imitadores juntaguita... pero am al fin. Y el cooler de la compu que ¡sale en la radio! y las opiniones se suceden como los años que cuento... al pedo y sin control. And it's make me wonder.