domingo, 30 de octubre de 2011

El pequeño túnel de Caseros (gif animado)

Martes 25 de Octubre, de caminata y a través del pequeño tínel Curtiano de Caseros a pleno medio día; acompaña una pequeña toma del mismo.
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El puerto de Mar del Plata en el último invierno

Nada mejor para invocar a la nostalgia que ver fotos de esos lugares que uno lleva anidados en el corazón, lugares que se meten tan adentro que uno se sorprende, mucho tiempo después de haber estado allí, suspirando por ese aire, por ese gusto en la boca, por ese tonal de tiempo y espacio tan particular.
Mar del Plata es parte de mis recuerdos de siempre, y cada vez que vuelvo a patear sus veredas más se hace carne en mí: las callecitas del barrio los troncos, el centro de noche y los restaurantes, el casino central iluminado todo el año como una fiesta navideña, el barrio Camet, los barrios más humildes que rodean al puerto, los mariscos y el olor de la sal y el pescado... y el puerto.
Los barcos me emocionan hasta las lágrimas: ver un barco partir hacia alta mar al atardecer o arribando al puerto temprano en la noche para descargar su humanidad obrera en tabernas con sabor a cerveza, me muta la seriedad en sereidad (no inventé yo esa palabra, se la debo a Bhagwan Shree Rajneesh) y me preña de infinito. Y como estar preñado de infinito es mi estado ideal, nada mejor que ver fotos del último viaje a la feliz: estas fotos son de dos días distintos, uno, soleado, por la tarde y el otro, lluvioso, desde la tarde hasta bien entrada la noche... deseo que las disfruten con un pequeño porcentaje de lo que ellas generan en mí. Y es un muy buen deseo.  

sábado, 29 de octubre de 2011

Seis fotos de Coghlan

Ayer por la tarde: caminata desde Caseros hasta Belgrano pasando por Coghlan, con banda de sonido en mp3: Stereolab (Dios salve a Stereolab!) y Kiss me (x3) de los Cure; luego Chaca (como siempre, es que el 123 me deja en la esquina de casa) zapi y al sobre.

Video experimental 1

"Salir a caminar todos los martes 18 de octubre del año 2011 me produce una insatisfacción... Zarathustra"
Fatídicamente ahogado y encerrado en una idea, rodeado por un desbocado y demencial ruido fabril más una tormenta en ciernes más la necesidad de escapar más la posibilidad de que Friedrich esté en lo cierto, bastaron para hundirme en una depresión de esas en las que ni siquiera se admite una saludable descompresión por efecto de las lágrimas. Entonces, y aprovechando el HD digital, renegué de la toma extática para dejarme llevar por el tiempo real, que por supuesto no es tal... ya en 1908 Albertito Einstein nos cagó la inocencia espacio-temporal al postular la muerte del cuando y del donde con su E=mc2 del culo... 
"¿Es que el tiempo viene o se vá?¿fluye o regresa?¿cae o se eleva hacia esa nada especiosa mental que ya Albert Einstein supo envenenar?"
Por lo tanto, éste video improvisado (también la música, aunque en otro tiempo y lugar, pero ¿cuando?¿donde?) es un producto neto de la insatisfacción de no saber, en definitiva, nada... (no saber nada es ya algo, ¿no?.. ¡mucho, diría yo! -Sócrates dixit-) sólo espero que éste mi devenir, cuando los eones que cuentan -si lo hacen- lleguen a su fin, no regrese y comience nuevamente... porque la verdad es que odiaría volver a pisar sobre mis pasos ad libitum, especialmente sin conciencia y en Villa Lynch y en los martes 18 de octubre del año 2011... tormentoso e intoxicado martes con la idea del eterno retorno. Dios me libre y guarde.
Esta foto la tomé un millón de veces el día martes 18 de octubre del año 2011; un millón de veces me encontré con la imagen en la pared; un millón de veces el sol brilló tormentoso en mi nuca; un millón de veces encuadré y disparé; un millón de veces pensé que esa calavera en Villa Lynch era Friedrich atormentándome desde el contador moebius sin fin; un millón de veces descargué la imagen en la PC; un millón de veces le aumenté el contraste con el photoshop; un millón de veces la subí al blog; un millón de veces escribo esto que estoy escribiendo; un millón de veces, mi desgraciado lector, lo leerás... (la cifra "un millón" equivale, como el 1001 de las noches árabes, a infinito)

martes, 25 de octubre de 2011

De Caseros a Belgrano por la vía del Mitre

Es como todo, cuanto más lo hacés mejor te sale; si tocás un instrumento musical, si cocinás, si leés, si cogés, si ejercitás la paciencia, si armás cañitos o rellenás la pipa... y si caminás también, desde luego.
Hoy, a las 12 del mediodía salí de casa rumbo a Belgrano, primero caminé hasta Tropezón, desde allí hasta la estación San Martín del Mitre, zafando milagrosamente del afano; luego seguí las vías de ese tren hasta Villa Pueyrredón y desde allí no paré hasta Belgrano. Estando suficientemente extenuado, doblé a la derecha, unas 20 cuadras, hasta la estación del subte B "De los Incas"... y desde ese punto cinco cuadras más hasta el 123, que me dejó, media hora más tarde y a las 17hs, en la esquina de casa.
La mayoría son de grafittis, excelentes dibujos artísticos que encontré en un paredón kilométrico situado entre San Martín (provincia) y Villa Pueyrredón (Capital)

domingo, 23 de octubre de 2011

Avenida General Paz: foto+gif

Viernes por la tarde noche, pedaleo desde Caseros hasta Villa Pueyrredón entre oleadas de nostalgias y recuerdos; gif animado en el puente de Avenida San Martín y General Paz y foto del puente en General Paz y Albarellos...
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sábado, 22 de octubre de 2011

Martes y jueves: Centro, Chacarita, Villa del Parque y Devoto

Esta semana fué de carencias: nada de alcohol, nada de vicios -muy atrás han quedado los humos- y no habiendo encontrado método más apropiado para pelearle la contra a la necesidad y a la tristeza, salí a caminar. Y exagerado como soy, me fuí de mambo con la pateada hasta los calambres, las paspadas y los callos.
Esta serie de fotografías fueron tomadas deambulando por ahí, desde Caseros hasta el obelisco, patendo por Retiro, Plaza San Martín, Chacarita y la línea del San Martín desde Paternal hasta Caseros... sirvió: recién esta noche, sabbath, descorcharemos nuevamente unos tintos y doraremos unas mollejitas a la parrilla, no sea cosa que tanta perfección se haga carne y nos olvidemos de vivir.