lunes, 12 de septiembre de 2011

Diez fotos de Mar del Plata en invierno

Cuesta creer que ya llega la primavera y cuesta creer que hace poco tiempo estuvimos allí, pateando en las calles mágicas de frío, de viento y niebla... y duele la nostalgia de perder la fiesta de estar libre en una ciudad que basta conocer unos días para entender el porqué de "la feliz". Como en todos los lugares que amé y amo, también en Mar del Plata quedó un pedacito de mí dando vueltas y que, desprendido vaya a saber uno si del alma o del corazón o del deseo de libertad total, ya no retornará. Lo envidio. Me gustaría hoy, ahora mismo, ser ese pedacito que sé allí está, deambulando entre los cascos viejos del puerto o sentado en algún bodegoncito esperando la pasta con mariscos mientras se bebe un rico malbec... tal vez llueva, o tal vez no y entonces el cielo pleno de estrellas sea el marco ideal para ver una vez más, porque el ojo no se sacia de ver, el incansable devenir de las olas del mar bajo la luna infinita.