viernes, 1 de noviembre de 2013

Falo

El objeto es un falo, un lingam, un gran pene hindú erecto y de origen muy antiguo, tan antiguo que se remonta a la civilización del Indo, que es la civilización más antigua de la cual tenemos noticias.
Esta civilización es por demás interesante... matriarcal, dedicada al arte y al gozo de la vida, creadora del Tantra Yoga, que intentó elevar la práctica sexual a la jerarquía de práctica espiritual; civilización que descreía de la fuerza bruta y por ese motivo no poseía armas ni ejércitos, y que por ello fue prácticamente exterminada en el término de dos o tres décadas bajo la invasión del macho, ario y bruto... entonces llegaron las armas y las guerras y el honor y la victoria y la moral y los himnos y la culpa y las banderas y la condena femenil y la competencia y el sexo se volvió sucio y Dios comenzó a castigar y pasaron dos mil años y acá estamos, a punto de hundirnos en la miseria espiritual, cagados de hambre pero llenos de espejitos de colores re lindos, re tecnológicos y re inútiles y vacíos de la mínima humanidad.
Pero nos quedamos con el falo.
Tenemos uno en Buenos Aires... hay un montón, por todo el mundo.
Dejó de ser el emblema de libertad que otrora representaba para pasar a ser el emblema de la violación de los derechos básicos del hombre, empezando por los de la mujer y los niños.
Mucha gente, increíblemente, lo festeja.
Triste, pero real.